6 de junio de 2019
En una nueva edición de Contraposible se volvieron a cruzar la ciencia y los comics ante el auditorio repleto del Centro Cultura de la Ciencia.
Más de quinientas personas asistieron a la nueva edición de Contraposible, el evento anual de divulgación científica, cómics y videojuegos. Los organizadores son egresados del Departamento de Física de la Facultad y propusieron al público una deliciosa mezcla de ciencia, humor y fan service, comentarios sobre series, películas o libros.
El sábado pasado, la sala central del Centro Cultural de la Ciencia estuvo llena desde temprano, con asistentes de todas las edades. “El público de Contraposible es muy variado, con gente fanática de la ciencia ficción o los cómics, hasta chicos y adolescentes interesados en estudiar una carrera científica. Además, muchas gente vino desde lejos, e hicieron cola por casi dos horas para poder entrar ¡En este contexto nosotros hacemos lo posible para cumplir con la imagen del científico nerd que la gente espera encontrar!”, cuenta divertido Pablo Minnini, profesor del Departamento de Física y uno de los charlistas invitados.
“Desde un manual acerca de cómo sobrevivir en un ambiente hostil como Marte hasta cómo atrapar objetos con sonido, las charlas revelaron que un científico puede abordar cualquier tipo de problemas, por más inverosímil que parezca”, dice el físico Germán Dima, que además es especiallista en #lash, Magneto y Goku. Este año también participaron la Liga de Superhéroes y Villanos Solidarios, personajes que a través de sus cosplays, llevan alegría a niños internados en hospitales y hogares.
Sofía Angriman, también graduada en Física, contó después de “Mucho ruido, pocas tuercas”, su charla ante un auditorio receptivo e interactivo, que el ambiente fue muy ameno y divertido. El cierre lo llevó a cabo el profesor Hernán Grecco con una charla sobre la vastedad del universo y las formas en se han usado para viajar por la galaxia. Protegido por el entrañable Buzz Lightyear, el físico propuso el término “esfereta Tierra” para contradecir al delirio terraplanista e invitó a pensar cómo podríamos viajar en el futuro.